Hace tiempo que no escribía en esta bitácora, pero el recuerdo de mi inicio con un Zamora-Sestao River en la era de Deporte8.com me ha inducido a volver a publicar con cierta regularidad. Y es que sumando eso, a que las ideas del nuevo entrenador del Zamora, Beto Bianchi, me entusiasman, no podía por menos. El hispanobrasileño, con su única experiencia en Segunda B en el Atlético Ciudad, con el cual casi consigue entrar en play-off la pasada campaña tras una maravillosa segunda vuelta, ha llegado a la casa rojiblanca con el objetivo de hacer olvidar el mal papel del cordobés Ricar al mando del timón rojiblanco. El nuevo preparador planificó una semana trepidante, con sesiones de mañana y tarde, e incluso cerró las puertas para ensañar las jugadas de estrategia. Ya sabíamos lo metódico que era el ex defensa del Ciudad de Murcia, pero está superando las expectativas con su entrega y ganas de llegar a lo más alto. Siempre se caracterizó por su idea de que lo primero es fortalecer el entramado defensivo, y así ocurrió. Se decantó por un 4-3-3 con Manu Arias y Juan Carlos como centrales, y con la novedad del “trivote” Curro-Agustín-Edu Roldán, facilitando la salida del balón, los triángulos de asociación, y las ayudas en el apartado defensivo. Arriba, Iker Alegre en banda derecha, Ferreiro cambiado de pierna en la izquierda (único error de planteamiento, al tener en frente a un debutante como Álvaro Cortadi) y como delantero referente el habitual extremo del juvenil Dani Hernández, que fue uno de los mejores, demostrando su calidad, movilidad y buenos desmarques en ruptura. En frente, el Sestao que se esperaba, muy tosco en defensa y medio, y con el juego vertical de siempre en busca de la segunda jugada. Contaban con numerosas novedades debido a las bajas, donde sobresalían las de Otero como pivote en el centro del campo, y la del delantero Eder Díez, que robaba el puesto de titular a Bonilla a última hora. El ambidiestro Ibai nuevamente le tocaría tirar del carro, empujado desde atrás con los apoyos de Paredes e Izurza como interiores. El encuentro comenzó con las espadas en alto, y a los pocos minutos de que pitara el árbitro, Manu Arias estuvo a punto de conectar un cabezazo al fondo de las mallas tras un córner, pero la pelota salió desviada. El Sestao replicó con un buen contraataque de Ibai, que disparó desde fuera del área sin acierto. El Zamora seguía combinando en el centro del campo, con buenos desmarques de los extremos, y caídas a la banda de un gran Dani Hernández, que en un acercamiento al ala derecha, se fue de un contrario y haciendo gala de su gran visión de juego, dio un majestuoso pase al hueco a Iker Alegre, que avanzando desde el centro, y evitando la oposición de los centrales, no logró conectar el disparo. Los rojiblancos achuchaban, y al filo de la media hora, tras una cadena de saques de esquina (atención a la colocación en los mismos de los hombres de Beto), Agustín remachó en el segundo palo una peinada de Manu Arias para introducir el balón en las mallas. En el último cuarto de hora, nada destacable. El Zamora bajó el pistón y se echó a atrás, mientras que el Sestao no era capaz de ganar en superioridad al Zamora en la medular, y solo cabe reseñar un disparo de Eizaguirre con la zurda que atajó con acierto Félix Campo. Tras la reanudación, más de lo mismo. El Zamora era superior al Sestao, con un ritmo de partido más tranquilo, pero los verdinegros llegaban con peligro a la meta defendida por Campo, y es que Eder estuvo a punto de igualar la contienda de cabeza, tras un buen centro de Ibai desde la banda derecha, pero el balón se marchó por encima del travesaño. A renglón seguido, cambio de Dani Hernández por Masini, el ex Alzira entró enchufado y tuvo dos grandes ocasiones de gol, pero no las aprovechó. Es entonces cuando el Sestao empezó a dominar la posesión del balón, y Beto reaccionó dando entrada a Goffin por Agustín, adelantando así la posición de Juan Carlos. El Zamora ganó en contundencia atrás y en un balón alto dentro del área, Edu Roldán intentó recogerlo ante la oposición de Izurza y Eder, que le trastabillaron, y el árbitro señaló penalti por falta de los verdinegros. Iker Alegre no fallo desde los once metros ante el meta sestaotarra Álvaro Iglesias. Con el 2-0 el Zamora se mostró muy tranquilo, y pudo aumentar la cuenta con un nuevo acercamiento de Masini. Por el contrario el Sestao imprimió una velocidad más al juego, y pudo maquillar el resultado en varias acciones. Primero en un buen disparo de Izurza, luego con un saque de esquina cerrado de Paredes, y finalmente con un cabezazo de Astuy, y un tiro cruzado de Ibai, que dio el final del encuentro. Muchos problemas pasarán los hombres de Alfonso del Barrio para mantener la categoría, y es que el nivel de la plantilla es bastante escaso, y su tabla de salvación se encontrará en Las Llanas. Aunque hay que resaltar que ausencias como las de Larrazabal, Etxabe y Javi Cerro son muy importantes, y eso ha estado a favor de un Zamora, que no nos olvidemos que los dos goles marcados han sido a balón parado. En definitiva, primeros tres puntos de la era Beto Bianchi (y la portería a cero, como a él le gusta), que esperemos que sigan creciendo esta semana en Anduva, un campo complicado, y ante un rival, el Mirandés, que está en el mejor momento de la temporada cumpliendo con el rol del conjunto revelación junto a Palencia, Lugo y Montañeros, que algunos les habíamos otorgado.
Jon Ander Serantes
Hace 13 años
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